En Alianza CCM-Eleva identificaron al menos tres desafíos que tiene la minería en Chile en materia de equidad de género.
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“Diversos estudios internacionales demuestran que la incorporación de la mujer en la gran minería potencia la innovación y el logro de mejores resultados, y con un escenario nacional en el que se proyecta una cartera de inversión minera sobre los US$ 83 mil millones, sumar diversidad y talento no es solo deseable, es fundamental para las empresas, sus resultados, y al mismo tiempo, para impulsar un desarrollo más competitivo, sostenible y equitativo”, destaca Natalia Morales, gerenta del Consejo de Competencias Mineras, Alianza CCM-Eleva.
En esta alianza han identificado al menos tres desafíos en este tema. El primero tiene que ver con sostener y potenciar el impulso para superar la meta del 2050, un 35% de participación de mujeres. Eso también se traduce en lograr mayores niveles de participación femenina en todas las regiones mineras, en cargos técnicos dónde la participación actualmente no supera el 10% y en posiciones de liderazgo.
El segundo desafío se relaciona con la atracción de talento en la educación, desde etapas tempranas, pues la diversidad e inclusión en la minería, comienza en las salas de clases. “A fines de abril, la Alianza CCM-Eleva lanzó un estudio sobre la oferta formativa vinculada a minería, uno de los grandes hallazgos del estudio denominado Panorama Educacional Técnico Profesional Minero, en el que hicimos un análisis a la oferta formativa vinculada a la minería, la buena noticia es que la participación de mujeres en especialidades técnicas vinculadas a la minería aumentó a un 21,1% en el año 2024, terminando con una década de estancamiento en torno al 14%-15%. Pero este aumento no es suficiente, tenemos el desafío de compartir con las futuras generaciones sobre los avances de la minería en materia de seguridad, sustentabilidad, innovación, gestión social y visibilizar las oportunidades que en ella se presentan para diferentes carreras, abriendo espacios crecimiento profesional y personal para las mujeres”, explica la ejecutiva.
Un tercer desafío tiene relación con la trayectoria en educación vinculada a la minería. La minería requiere talento competente, por lo tanto, es necesaria la formación pertinente en especialidades técnicas mineras; sin embargo, el mismo estudio muestra que la trayectoria formativa vinculada a la minería de las mujeres desde la educación media técnico profesional hacia la educación superior es distinta a la de los hombres. De la totalidad de las mujeres que ingresan a la educación superior, solo el 39,3% continúa en programas afines a la minería, a diferencia de los hombres cuyo porcentaje es 80,3%.
“Entonces el desafío no se limita a la formación pertinente y el logro de objetivos de aprendizaje, también implica un cambio cultural en el interior de las instituciones de educación, equipos docentes que motiven a las estudiantes, idealmente profesoras en materias STEM, sumado a experiencias de aprendizaje que las conecten con mujeres en la industria, que logren inspirarlas, promoviendo la elección de trayectorias formativas-laborales vinculadas a la minería, la titulación oportuna y la incorporación a la industria minera”, asegura Natalia Morales.
Mujeres son fundamentales en la sostenibilidad de la minería
Mayo 26, 2025