La semana pasada se dio a conocer el último Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena, elaborado por CCM-Eleva. Aquí, una mirada a los retos que reveló el informe. POR VALENTINA CÉSPEDES
La décima versión del Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena 2025-2034, elaborado por la Alianza CCM–Eleva junto a empresas mineras y proveedoras, revela una industria en transición, con desafíos en formación y retención del talento: aceleración tecnológica, envejecimiento de la fuerza laboral, avanzar en el aumento de mujeres en puestos directivos y el sector de proveedores creciendo sosteniblemente. De acuerdo con el estudio, el empleo en la industria alcanzó los 200 mil trabajadores en 2024, y tres de cada cuatro laboran en empresas proveedoras. El envejecimiento de la dotación destaca entre los retos más urgentes: se requerirán casi 37 mil trabajadores al 2034 solo para cubrir retiros, mientras la presencia juvenil solo llega al 1,2% en empresas mineras y al 3,3% en proveedoras.
Tecnologías como la automatización y los sistemas autónomos elevan la demanda por nuevas competencias, reforzando la necesidad de fortalecer la formación, tema en que el estudio muestra que la capacitación en sala (46%) supera al e-learning (30%). Para la gerenta del Consejo de Competencias Mineras de CCM-Eleva, Natalia Morales, la tecnología es clave, pero "esta no reemplaza el aprendizaje presencial", e identifica que coordinar la formación sigue siendo complejo: el 81,2% de la dotación de pro-veedores opera en turnos de ciclo largo, lo que limita los tiempos disponibles para entrenamiento. Añade que la expansión del empleo en proveedores exige que estas compañías "también se actualicen", incorporando nuevos esquemas de trabajo y una gestión de personas estratégica que acompañe la transformación cultural y operativa de la minería.
Por otra parte, la participación femenina alcanzó 23,1%, superando la meta establecida para 2030, aunque solo 20,2% ocupa cargos de decisión y la rotación femenina llega a 13,6%, con brechas especialmente altas en contratos a plazo fijo y en trabajadoras con menos de un año de antigüedad. Morales recuerda que cuando una mujer puede tomar decisiones "las soluciones son más innovadoras y efectivas", por lo que avanzar hacia el 30% de mujeres líderes al 2030 requiere habilitadores culturales, planes de carrera dentro de la organización y políticas de conciliación de la vida laboral-familiar para asegurar permanencia y desarrollo, especialmente ante la alta rotación femenina impulsada por la fuerte demanda del sector. El director del programa Eleva, Vladimir Glasnovic, destaca que anticipar estos cambios exige una mayor articulación entre educación y minería mediante estudios prospectivos, actualización de marcos de cualificaciones y apoyo a entidades formativas, y menciona iniciativas como Impulsa 4.0 en Antofagasta, que muestran cómo la colaboración regional puede acelerar la adecuación del talento local para una industria más digital, especializada e innovadora.
Diario Financiero.