Columna de opinión publicada por Diario Financiero
Por Verónica Fincheira, gerenta Consejo de Competencias Mineras (Alianza CCM-Eleva)
La minería es una de las principales industrias productivas de Chile y también un eje movilizador social, que destaca por ser una constante fuente de desarrollo y de contratación de empleo regional (superior al 70%). Es un sector que fomenta, invierte y es pionero en el desarrollo de capital humano, apostando por un mejoramiento de la educación y formación de las personas.
El último Estudio Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena evidencia que al 2030 se necesitarán 25 mil nuevos talentos para ejecutar proyectos y funciones que nacen con nuevos enfoques de la minería, que busca ser más diversa e inclusiva, fuertemente innovadora y respetuosa con el medio ambiente, produciendo una verdadera transformación sociocultural en las organizaciones.
Los desafíos son claros y estamos trabajando colaborativamente como industria, en una constante incorporación de nuevas innovaciones de alto potencial, para mejorar la productividad y sustentabilidad, y a su vez, en fomentar una mayor participación de mujeres, talentos jóvenes y personas con discapacidad en las operaciones. Para lo anterior, ha sido fundamental el diálogo público-privado, y tener el foco puesto en las personas y en el desarrollo de habilidades y competencias que nos permitan adaptarnos de la mejor manera al futuro.